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Quería conocer, experimentar. Demasiado tímida. Me lo bebí todo. Mientras miraba. A los demás. Siempre les pasan cosas a los demás. Yo me las bebo y cuando despierto pasó de todo, y hasta lo que no recuerdo pasó. Y pasa la vida decía Amador. Y todo pasó. Y no me enteré de nada. Me lo bebí todo y ahora lloro por lo que se me está por escapar y me nombra –otra vez- y lloro. Con falta de serotonina. Insuficiente, y toma pastilla, para que sea suficiente, suficiente para qué, igual es que no fabrico suficiente serotonina, suficiente, suficiente para qué, interrogación y toma pastilla, tomo uno, toma dos y tomo tres. El estrés me desanima y con la toma de serotonina me conformo con esta línea recta del equilibrio. El primer volumen de esta enciclopedia es insuficiente para esta alcohólica de doma york y música de fondo. Necesitaría una segunda toma.
Toma 2. Ext. día. En la esquina de una calle con otra siempre hay un músico en saxofón, como Dino di Marco, y todo huele distinto. En saxofón y contra el mundo, tocando un saxofón tenor para deleite de nuestras esquinas con gusto por hacerse convexas.
Tomo tres. Y fundido a negro.
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Olaia. Frenético. Alucinante.
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